Los datos proporcionados por el Observatorio de márgenes empresariales, con información de las declaraciones presentadas por alrededor de 1,1 millones de empresas no financieras de nuestro país nos permite analizar la evolución de los márgenes de beneficios de los sectores de nuestra Federación, herramienta muy útil de cara a la negociación de las condiciones salariales de nuestros convenios colectivos sectoriales.
El margen de beneficios (ratio entre el resultado bruto de explotación y las ventas totales) asciende para el conjunto de los sectores de FeSMC al 12,4 % durante el cuarto trimestre de 2023, 6 décimas más que el año anterior, como consecuencia del incremento de los beneficios empresariales en un 5,3 % en el último año, ya que las ventas apenas han variado.
En cuanto al análisis sectorial de los datos, los sectores con mayor margen de beneficios en el cuarto trimestre de 2023 vuelven a ser el Transporte aéreo y el Transporte marítimo, con un 71 y un 43 % respectivamente. Las Agencias de viajes, las Actividades inmobiliarias, el Comercio al por mayor de combustibles y las Actividades relacionadas con el empleo forman parte del siguiente grupo con unos márgenes empresariales que oscilan entre el 25-36 %.
Si tenemos en cuenta los sectores cuyos márgenes de beneficios han crecido de forma más significativa en el último año, entonces habría que destacar de nuevo al Comercio al por menor en puestos de venta y en mercadillos (18,9 puntos porcentuales más), Transporte marítimo (15,2 pp más), Comercio al por mayor de materias primas agrarias y animales vivos (13,6 pp más), Hostelería y Restauración (6,2 pp más) y Transporte terrestre por tubería (5 pp más).
El elevado nivel de márgenes en el que se sitúan algunas de estas actividades está íntimamente relacionado con las tensiones inflacionistas actuales, como es el caso del precio de las materias primas, los productos alimenticios, los combustibles, los paquetes turísticos, etc.
Y todo ello en contraposición a una evolución más que moderada de las rentas salariales en el mismo periodo: en los últimos 3 años, los salarios han perdido 7,4 puntos de poder de compra. Estos datos contrastan con la evolución de los beneficios empresariales agregados, que superan en un 40 % el nivel prepandemia debido, en gran parte, a unos márgenes que alcanzan máximos históricos en un amplio número de sectores. Esto hace más necesario que nunca un auténtico reparto igualitario de las rentas entre empresas y personas trabajadoras.
En este sentido, es necesario establecer un debate amplio sobre la necesidad de controlar y limitar los márgenes empresariales desproporcionados que se están registrando en algunos sectores productivos, en tanto suponen el principal factor explicativo de la crisis inflacionista. Para ello, es esencial establecer topes en los precios de algunos productos, como los alimentos; y llevar a cabo modificaciones en la regulación de algunos mercados, promoviendo un funcionamiento más eficiente y alineado al interés de la mayoría social de nuestro país.
De igual forma, la reducción de los márgenes debe venir acompañada de un reforzamiento de la senda de crecimiento salarial. Muchas personas trabajadoras ya están logrando recuperar poder adquisitivo, pero existe aún margen para hacer extensible esta realidad a la totalidad de las mismas. Se trata de una premisa básica para repartir beneficios y mejorar la distribución primaria de la renta, que en los últimos años se ha inclinado a favor de los intereses empresariales. Solo así se logrará un modelo laboral y económico más eficiente, justo y equilibrado.