En opinión de FeSMC-UGT, tras analizar los datos de la Contabilidad Nacional para el conjunto del año 2023, se aprecia una clara fortaleza de nuestra economía, con una tasa de variación interanual del PIB del 2,5 para el conjunto de los sectores y del 3,2 % para el Sector Servicios, consolidándose este último como el motor impulsor a pesar de su ralentización a lo largo del año.

Las ramas que registraron mayor dinamismo fueron las Actividades artísticas, recreativas y otros servicios y las Actividades financieras y de seguros, que arrojaron un incremento del 8,9 y 6,3 % respectivamente respecto a 2022.

El valor añadido por nuestros sectores ya representa el 53 % del PIB total de nuestra economía. Y las ramas de Comercio, transporte y hostelería aglutinan el 22,5 % del total.

El empleo acelera su ritmo de crecimiento: un 3,4 % para el conjunto de la economía y un 4,4 % en el caso del Sector de Servicios Privados.

El empleo asalariado de FeSMC representa el 53,2 % del total. Y de los 559.100 nuevos puestos de trabajo asalariados generados en el último año, el 68 % corresponde al ámbito de nuestra Federación.

Las ramas de actividad que han creado más empleo en el último año han sido Comercio, transporte y hostelería (aportando el 39,1 % del crecimiento del empleo total con 218.500 nuevos empleos) y las Actividades profesionales, científicas y técnicas (20,5 % y 114.600 nuevos empleos).

A pesar de la fortaleza que sigue presentando nuestra economía, en comparación con el resto de países europeos, todavía existen dos riesgos que están poniendo en jaque el mantenimiento de la actividad económica por sus efectos adversos sobre el consumo de los hogares:

La política monetaria restrictiva del Banco Central Europeo sigue lastrando los ahorros de las familias y el potencial crecimiento de nuestra economía en un momento en el que es más que necesario impulsar la actividad a nivel europeo, dados los niveles de crecimiento de nuestros vecinos y cuando el nivel de precios ya se ha contenido. Se necesitan, por tanto, políticas monetarias y fiscales más expansivas orientadas a reforzar el crecimiento económico.

Y, por otro lado, la pérdida de poder adquisitivo de los salarios se va corrigiendo paulatinamente gracias a la ralentización de las tasas de inflación y a la activación de las subidas salariales pactadas en línea con lo pactado en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva. En esta línea, es imprescindible mantener una política salarial que logre una recuperación del poder de compra de las personas asalariadas, que permita sostener el consuno de los hogares y que impulse el crecimiento económico de nuestro país.