El pasado lunes 7 de octubre se celebró en Madrid una nueva reunión de la mesa de negociación del IV Convenio Colectivo de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes muebles y su Personal Auxiliar.

La reunión comenzó con la concreción de la redacción del artículo relativo al teletrabajo y el derecho a la desconexión digital, que ha quedado fijada, y el debate de una posible regulación para atender a las particularidades de los Registros Mercantiles y/o de Bienes Muebles con mayor número de empleados y con una estructura organizativa más compleja. El debate quedó zanjado, prácticamente de inicio, por el rechazo patronal a la regulación propuesta por CSIF, que ciertamente podría ser más un obstáculo que una solución para el desarrollo de un convenio en oficinas de estructura más compleja.

Pero, sobre todo, la reunión sirvió para ultimar lo que va a ser la firma del convenio por parte de CSIF y APR: se ratificaron en lo “acordado” en reuniones anteriores, que la duración del convenio será de ocho años, a cambio de recuperar el 40% de participación en las oficinas de diez o menos empleados, aceptando nuevas concesiones en cuanto regulación salarial a favor del registrador, y obteniendo una ridícula revisión salarial del 0,5% sobre las bases salariales garantizadas, sólo para el caso en que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) quedase congelado por el Gobierno.

En definitiva, que -como admitían los representantes del CSIF- la firma de este convenio “va a suponer un alto coste sindical” para el sindicato mayoritario, incapaces de justificar una concesión tras otra, sin obtener más beneficio que los que laboralmente se hayan conquistado con Reales Decretos del Gobierno. Las mejoras en permisos laborales y conciliación que se van a incluir, NO son una conquista de esta negociación, son fruto de la obligada adaptación a las vigentes leyes laborales y CSIF no puede apuntarse más logros en este convenio que haber mantenido a la APR satisfecha.

En UGT mostramos nuestra absoluta disconformidad con el desarrollo de una mal llamada negociación, lamentamos las concesiones constantes del sindicato mayoritario a la patronal, y hacemos notar la falta de empatía de la APR con respecto a los empleados de los registros y sus reivindicaciones. Su actitud es la de no hacer ningún gesto más de lo que legalmente les obliga la Ley a tener que adaptar.

Resulta vergonzoso que la negociación concluya pactando una vigencia de convenio de ocho años, que levanta muros contra la negociación colectiva e hipoteca las condiciones laborales del personal de los registros, únicamente en beneficio de la APR y de aquellos que quieren proteger su estatus. CSIF hace uso de su mayoría para satisfacer a la patronal e intentar mantener su lugar preferente, a pesar de todos los sapos que tiene que tragar… y tendrá que maquillar mucho la redacción de su nota informativa de esta reunión, para poder justificar su postura delante de todos los compañeros y compañeras.

La próxima reunión el día 21 de octubre, seguramente la última, para satisfacción de CSIF y APR, donde UGT ya os anunciamos, que manifestaremos que NO vamos a firmar. En UGT consideramos que es lamentable proponer y aceptar un convenio para ocho años, a cambio de recuperar algo que NO debía haberse cedido nunca.