En el mismo, ponemos en valor el aumento del SMI hasta 1.080 euros y aseguramos que es una “medida indispensable que reducirá la brecha de género y podría beneficiar al 14.5% del total de personas asalariadas” y permitirá “que se reduzca en mayor medida la brecha salarial existente”, pues “las mujeres siguen teniendo en general salarios más bajos y ocupan mayoritariamente sectores muy afectados por el SMI”.

Ambos sindicatos denunciamos que las mujeres siguen siendo las que trabajan a tiempo parcial y las que asumen mayoritariamente los permisos por cuidados. Destacamos que, pese a los avances legales, “es imperativo” que estos permisos sean retribuidos y que se avance en otras políticas y medidas de corresponsabilidad.

También insistimos en la necesidad de impulsar medidas de igualdad en la negociación colectiva, exigimos el cumplimiento de los planes de igualdad, combatir la violencia machista desde los centros de trabajo, incrementar y mejorar las políticas activas de empleo y adoptar políticas con perspectiva de género y la plena equiparación en derechos de las trabajadoras del hogar.

Ambos sindicatos demandamos invertir en educación en igualdad; que se garantice el derecho al aborto, sin ningún tipo de coacción; y reforzar y garantizar los instrumentos y recursos de vigilancia, control y sanción de la Autoridad Laboral para el cumplimiento efectivo del principio de igualdad en el ámbito laboral.

Ante las violencias machistas, la misoginia, el racismo, la LGTBIfobia y el sexismo que afecta a las mujeres, instamos a unir “nuestras voces en este 8M junto al movimiento feminista nacional e internacional”.

El manifiesto concluye con un llamamiento a las trabajadoras y trabajadores para que participen, de manera activa, en los distintos actos unitarios para demostrar “la fuerza del feminismo y su potencial transformador en el ámbito político y en el diálogo social”.