Ayer, 30 de julio, se celebró el Día Mundial contra la trata de personas, y desde FeSMC-UGT queremos sumarnos a la lucha contra la explotación que supone el delito globalizado de la trata de personas
Las víctimas de la trata de personas han aumentado entre los años 2020 y 2023 en 200.000 personas a nivel mundial según Naciones Unidas, alcanzando los 27,7 millones de personas en situación de trabajo forzoso y 22 millones en matrimonios forzosos.
Del total de las personas víctimas de la trata de personas, el 61% son mujeres, de las cuales el 18% son niñas.
Las bandas organizadas aprovechan la pobreza y los flujos migratorios que esta provoca, las lagunas legales internaciones y cualquier conflicto para explotar a personas en trabajos forzosos, esclavitud sexual y/o actividades delictivas que les suponen a estas mafias una cantidad ingente de ingresos.
En España, según el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, se logró liberar a 632 víctimas de la explotación sexual, 16 de ellas menores. Se cifra que el 92% son mujeres, con un perfil mayoritario de mujeres de entre 23 y 27 años provenientes de Colombia, Venezuela y Paraguay.
Por otro lado, las fuerzas de seguridad detectaron 7.697 en centros donde se ejerce la prostitución, “en situación de riesgo”. Es evidente que la trata de personas destinadas a la prostitución es mucho más amplia de los que se puede observar y sobre la que debemos actuar con contundencia desde todos los ámbitos de la sociedad.
Otra forma de trata de personas, casi invisible, por lo poco detectada, es el matrimonio forzado con fines lucrativos, en España se detectaron 8 en el 2024, de las cuales 6 de las víctimas eran menores de edad.
Desde FeSMC-UGT incidimos en que el trato de personas es una grave vulneración de los derechos humanos y que debe contemplarse como un delito muy grave por los daños personales que causan a sus víctimas, daños que perduran en el tiempo tras su liberación, si es que esta se llega a dar.
Desde FeSMC -UGT exigimos:
- Una ley integral contra la trata de personas, sea cual sea su finalidad, que establezca un itinerario de cuidado de las víctimas y ayudas a su reinserción, garantizando sus derechos.
- Una ley penalizadora del proxenetismo, así como de los locales o cualquier tipo de instalaciones destinadas a la prostitución.
- Es necesario crear una visión global de la justicia social.
- Medios materiales y humanos para acabar con las desigualdades sociales, garantizando la igualdad de oportunidades y acabando con el flujo migratorio obligado, de donde se nutren en su mayor parte las bandas criminales que destrozan millones de vidas cada año.