A pesar de haber mejorado la calidad de vida de las personas con síndrome de Down, esta no ha ido acompañada de una mayor inclusión en el ámbito laboral. Con una tasa de empleo del 5%, la realidad demuestra que aún queda un largo camino por recorrer. Desde FeSMC-UGT se exige un cambio en el modelo de empleo, apostando por la actualización normativa, la educación inclusiva y la intermediación laboral especializada para garantizar una inserción real y efectiva.
En nuestro país las personas con síndrome de Down han experimentado una afortunada mejora en la esperanza de vida, gracias especialmente a las mejoras en el ámbito sanitario, pero también educativo.
En el año 1900, la esperanza de vida de las personas con síndrome de Down se situaba entre los 9 y los 11 años. En la actualidad en España la esperanza de vida se sitúa cerca de los 65 años. Lamentablemente, el mercado laboral no se ha adaptado al mismo ritmo, provocando una tasa de desempleo entre las personas con síndrome de Down completamente inadmisible.
En el año 2024, según datos de Down España, las personas con este síndrome se cifraban en 35.000, de las cuales 23.000 se encuentran en edad de trabajar, pero tan solo tienen un empleo 1.150, es decir, un 5%, lo que supone que el 95% de estas personas está en desempleo o lo que es peor está inactiva y fuera del mercado laboral. Una cifra que para FeSMC-UGT es totalmente inasumible.
En cuanto a la educación, según los datos del estudio “Salud y calidad de vida desde la discapacidad intelectual. Síndrome de Down”, elaborado por la Fundación de Educación para la Salud y la Federación Española de Síndrome de Down, el 50% tienen la educación primaria, el 25% ha superado la educación secundaria, el 20% han realizado programas de cualificación e iniciación profesional (PCP) y el 5% cuenta con formación de grado medio o superior.
Desde FeSMC-UGT vemos necesario un cambio en el paradigma del mercado laboral en España, en el que es necesario incidir en las siguientes cuestiones:
- Apostar por el Diálogo Social como fórmula para lograr la inclusión laboral de las personas con discapacidad con la creación de una mesa de negociación específica en materia de discapacidad que aborde el empleo de las personas con discapacidad y su protección social.
- Es necesario acometer la actualización del marco normativo del empleo de las personas con discapacidad, impulsando un nuevo modelo legal de inclusión laboral para las personas con discapacidad que supere un modelo de hace más de 40 años, acomodándose toda la normativa laboral a la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Los datos nos interpelan a atender especialmente la situación de inactividad de las personas con discapacidad, fundamentalmente de las personas con discapacidad intelectual, tal situación pasa por:
- Garantizar la educación inclusiva y de calidad de los menores con discapacidad, asegurando la formación a lo largo de la vida, facilitando itinerarios personalizados focalizados en la formación profesional que potencie y mejore su empleabilidad. Así como formar y recualificar de las personas con discapacidad sobrevenida.
- Potenciar los servicios de intermediación especializados, manteniendo la colaboración público-privada, pero es preciso la especialización en la intermediación laboral en los Servicios Públicos de Empleo para que pueda realizar una labor de atención y asesoramiento personalizado con itinerarios laborales y generando una coordinación óptima.
- Sistemas de compatibilidad de la pensión y el empleo. Atención especial a la parcialidad motivada por discapacidad, pues se hace necesario la complementación de los ingresos para garantizar una capacidad económica adecuada.
- Actualización de los centros ocupacionales, superando el enfoque rehabilitador, posibilitando un modelo flexible de atención ocupacional que posibilite las oportunidades de empleo de las personas con discapacidad.
- Realizar campañas en las empresas de concienciación para la eliminación de estereotipos y discriminaciones hacia los colectivos y grupos de población más vulnerables.
- Llevar a cabo actividades para informar a las empresas donde tengamos representación legal de las personas trabajadoras para exponer el valor añadido que las personas con síndrome de Down aportan al ámbito empresarial.
En definitiva, es necesario un cambio en el mercado laboral que garantice la oportunidad de todas las personas que son “tan como tú” sin excepción. Debemos seguir trabajando en la concienciación, pero siempre de la mano del cumplimiento de normativas adaptadas a las necesidades reales de las personas con discapacidad. Tenemos que tener en cuenta que miles de vidas no pueden estar esperando a la concienciación individual de cada empresario o empresaria, sino que necesitan una respuesta social, para la que desde FeSMC-UGT trabajamos y seguiremos haciéndolo hasta que exista la verdadera igualdad de oportunidades.