Las trabajadoras del hogar siguen siendo uno de los colectivos más invisibilizados y precarizados del mercado laboral. Desde FeSMC-UGT hemos mantenido una reunión con representantes del Sector de Limpieza y del Área de Migraciones de UGT, así como con asociaciones del sector, para recoger sus demandas y reafirmar nuestro compromiso con la dignificación de sus condiciones laborales.

Este lunes, 5 de mayo, mantuvimos una reunión en la que participaron Marina Prieto Torres, Vicesecretaria General de FeSMC-UGT, Cesc Poch y Ana María Corral, responsable y técnica del Área de Migraciones de UGT Confederal, y Soledad García, del Sector Limpieza, con distintas asociaciones de Trabajadoras de Hogar y Cuidados. Entre las principales demandas que nos han transmitido, y que también reivindicamos desde UGT, está la eliminación del trabajo de interna, diferenciar el trabajo de hogar del de cuidados, así como la regulación de las plataformas y agencias de colocación.

Las trabajadoras del hogar desempeñan un papel fundamental en la sociedad, ya que se encargan de tareas esenciales en el hogar como la limpieza, la plancha, la cocina, pero también el cuidado de menores, personas mayores o personas con discapacidad. Sin embargo, a pesar de su importancia, enfrentan diversas problemáticas que muchas veces no son visibles ni valoradas adecuadamente.

Una de las principales dificultades es la falta protección legal. En muchas ocasiones estas trabajadoras no cuentan con derechos laborales completos, lo que las hace vulnerables a abusos, bajos salarios, largas jornadas laborales y condiciones laborales precarias. La informalidad en el empleo también dificulta que puedan acceder a beneficios como seguridad social, vacaciones o indemnizaciones. Además, la naturaleza del trabajo en el hogar puede generar aislamiento y poca supervisión, lo que aumenta el riesgo de explotación y/o violencias de distinto tipo. La falta de regulación y control hace que muchas trabajadoras no puedan denunciar abusos y/o situaciones de acoso sin temor a perder su empleo o enfrentarse a represalias.

Un aspecto adicional que agrava la problemática es el papel de las agencias de contratación y las plataformas digitales. Muchas trabajadoras del hogar son contratadas a través de estas agencias y plataformas, las cuales en algunos casos operan en condiciones poco transparentes o incluso ilegales. Estas agencias y plataformas pueden cobrar altas comisiones, no garantizar condiciones laborales justas, o no ofrecer información clara sobre los derechos de las trabajadoras. Esto puede dejar a las empleadas en situaciones de vulnerabilidad, sin protección ni respaldo en caso de abusos o incumplimientos.

Tanto UGT como estas Asociaciones somos conscientes que regular el trabajo en el hogar resulta especialmente complejo porque quienes contratan no son empresas, sino que los empleadores y empleadoras son mayoritariamente personas particulares. Esto hace que sea más difícil aplicar las leyes laborales tradicionales, siendo el centro de trabajo el domicilio particular de estas. La informalidad y la dispersión de los empleadores y empleadoras particulares complican la regulación efectiva y la protección de las trabajadoras.

A pesar de todas estas dificultades desde UGT mantenemos el compromiso de seguir apostando por la necesidad de instar una mesa de diálogo social que mejore y blinde las condiciones laborales de todas estas trabajadoras y seguir escuchando sus reivindicaciones y necesidades.

Imagen de Freepick