El 8 de marzo es un día para conmemorar los avances en igualdad de derechos, trato y oportunidades conseguidos por las mujeres a lo largo de muchos siglos de lucha feminista. Pero también es una jornada para concienciar sobre las desigualdades que aún persisten en muchos ámbitos, visibilizar sus causas y reivindicar políticas y acciones dirigidas a conseguir la eliminación de todo tipo de discriminaciones por razón de sexo.
Este año, bajo el lema UNIDAS GANAMOS TODAS, desde el sindicato ponemos de manifiesto la fuerza del feminismo y su potencial transformador en el ámbito político y en el diálogo social. Este potencial se manifiesta en el desarrollo de medidas y políticas públicas con perspectiva de género que impactan de forma especial en la mejora de las condiciones laborales y la calidad de vida de las mujeres, tal como ha sucedido con reforma laboral de 2021 y del aumento del SMI.
Pero aún queda mucho trabajo por hacer para alcanzar nuestros objetivos prioritarios: el logro de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, especialmente en el ámbito laboral, y la eliminación de toda violencia machista.
Los datos de la Encuesta de Población Activa relativos a los sectores encuadrados en FeSMC-UGT no dejan lugar a dudas: las trabajadoras siguen sufriendo grandes discriminaciones laborales frente a sus compañeros. Ellas siguen teniendo menores tasas de actividad, ocupación y peores condiciones laborales, incluidas las salariales. Son también las mujeres quienes registran mayores índices de paro, temporalidad y parcialidad. Y también tiene lugar una importante segregación horizontal y vertical. En definitiva, las trabajadoras sufren en mayor medida una precariedad laboral que fomenta, y constituye en sí misma, violencia hacia las mujeres.
Debemos seguir dirigiendo nuestra acción sindical hacia la erradicación total de estas discriminaciones: impulsando medidas de igualdad en la negociación colectiva, exigiendo el cumplimiento de los planes de igualdad en las empresas y combatiendo la violencia machista en los centros de trabajo mediante los protocolos de prevención y resolución de situaciones de acoso sexual y/o por razón de sexo. Y entre nuestras acciones merece una atención especial el sector de los cuidados, donde debemos seguir luchando por su dignificación y por la plena equiparación de los derechos de las trabajadoras del hogar.