El derecho a la sindicalización, un derecho humano
El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la carta fundamental que proclama los derechos inalienables de cada persona como ser humano, la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Para FeSMC-UGT es fundamental reivindicar el legado y la relevancia actual de la declaración para la defensa de los derechos humanos.
Este acuerdo, que se llevó a cabo para evitar la repetición de las barbaridades que tuvieron lugar durante la Segunda Guerra Mundial, se hace hoy también imprescindible, teniendo en cuenta las vulneraciones de los derechos humanos que vemos a diario en distintas partes del planeta.
Para FeSMC-UGT es importante declarar los derechos sindicales y, en especial, el derecho a la sindicalización, como derechos humanos.
Derechos que vemos que van en retroceso según el informe Índice Global de los Derechos elaborado por Confederación Sindical Internacional. Este estudio, que se realiza valorando los derechos laborales en 151 países, demuestra en el informe de 2025 un claro deterioro de los derechos laborales y sindicales en el mundo.
En Europa y América se registra el mayor retroceso desde que se realiza este informe en 2014. No es extraño, viendo el avance de la ultraderecha en todos los países de Europa y quién ostenta el poder en EE.UU.
El informe resalta unos datos que son más que llamativos, si nos fijamos en algunos aspectos que se analizan:
- Acceso a la justicia laboral: el 72% de los países vulneran este derecho.
- Derecho de huelga: casi en un 87% de los países se viola el derecho a huelga, siendo el peor dato de serie.
- Negociación colectiva: un derecho restringido de una u otra manera en 80% de los países.
- Libertad de Reunión y Expresión: el 45% de los países vulneran estos derechos fundamentales.
Los sindicatos, como la UGT, sindicato de clase, somos fundamentales para proteger y promover los derechos humanos, incluidos los derechos económicos, sociales y culturales y el derecho a no sufrir discriminación. Y cómo no, también somos fundamentales para garantizar la organización de la clase trabajadora, para ganar y avanzar en derechos laborales, siendo esenciales para equilibrar la balanza de poder mediante la unión de los trabajadores y trabajadoras, organizando la acción colectiva.
Desde FeSMC-UGT vemos cómo se hace efectiva la ofensiva ultraderechista y conservadora que ve en las organizaciones como la nuestra un enemigo a batir, por ser defensoras de la democracia, la libertad y los derechos humanos.
Es por ello que debemos seguir trabajando en la negociación colectiva, manteniendo una visión internacionalista de los derechos humanos y reforzando nuestra lucha en defensa de la democracia y el respeto de los derechos humanos.
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