Iniciamos un año con el horizonte puesto en seguir conquistando Derechos. Un 2025 donde la polarización que algunos se empeñan en instaurar en nuestro país y también fuera de nuestras fronteras no nos debe apartar de nuestro principal objetivo que no es otro que seguir cerca de los problemas de las personas trabajadoras. Existen muchos intereses para que el individualismo venza sobre lo colectivo. El ruido intenta ocultar el objetivo real de determinados poderes que no pasan por avanzar en derechos, que no pasan por defender lo público, que no pasan por atacar las desigualdades cada más presente en el panorama mundial. Su objetivo pasa por someter a las personas trabajadoras, pasa por que ellos los ricos sean más ricos a costa de que los pobres sean más pobres es una vieja receta utilizada a lo largo de la historia. Generar bulos, poner el amplificador en el ruido y conseguir la desafección colectiva hacia el todo, es una medicina tan vieja como conocida para generar desde el más profundo individualismo que la ciudadanía se aísle, no crea en nada, y no luche por sus derechos colectivos. Pero no lo van a conseguir.
Aunque algunos se empeñen en negarlo “Sí existe la lucha de clases”, Sí existen políticas de derechas y de izquierdas y seguirán existiendo, No es una novedad que la derecha radicalice sus posturas y se convierta en extrema, ya lo han demostrado a lo largo de la historia, el equilibrio natural ante esta situación pasa entre otros factores en que las izquierdas se mantengan en la izquierda y no abandonen ese lado del tablero donde se posiciona la mayoría de la sociedad, donde se posicionan las personas trabajadoras que necesitan cada vez más a una izquierda fuerte y un sindicalismo de altura. Sí, hay lucha de clases, porque existe conflicto de intereses, mientras unos apuestan por subir el SMI, otros lanzan mensajes apocalípticos, mientras unos apuestan por subir los salarios, otros lo ven como un ataque frontal para seguir incrementando sus beneficios, mientras unos apuestan por reducir la jornada de trabajo otros intentan hacer caer al Gobierno, mientras unos apuestan por una sanidad y por una educación pública de calidad, mientras unos apuestan por una vivienda asequible para la ciudadanía otros lo ven como un negocio de presente y futuro mediante la privatización y la constante subida de precios de venta y alquileres inalcanzables para la mayoría.
Eso es la lucha de clases donde la derecha y la extrema van a seguir intoxicando y donde la izquierda tiene un reto importante en el próximo año, hacer que las mejoras sociales y económicas lleguen de verdad al conjunto de la ciudadanía, es imprescindible bajar de lo macro a lo micro. Poner en el centro del debate los problemas de las personas trabajadoras, es llevar ese debate a los centros de trabajo. Es estar cerca de los problemas cotidianos que genera el mundo del trabajo y acompañar a las personas hasta la mejor solución posible a la que para él o para ella en ese momento es su principal problema. El sindicalismo de altura es aquel que es capaz de bajar al problema cotidiano y permanecer con estructuras fuertes en los centros de trabajo. Sin duda es la mejor receta para combatir el populismo y el ruido, es la mejor herramienta contra la manipulación pretendida por algunos, la respuesta eficaz y cercana a los problemas de las personas. Por eso nuestros territorios, nuestras secciones sindicales y nuestros delegados y delegadas conjuntamente con nuestra afiliación son y seguirán siendo nuestro principal valor capaz de combatir la desafección a lo todo. Capaz de demostrar con su actividad diaria que un Sindicalismo fuerte soluciona desde la cercanía problemas individuales y desde ámbitos superiores también avanza en consolidar y aumentar derechos colectivos.
Luchar contra el populismo también pasa por marcar objetivos concretos sobre aspectos generales que afectan al conjunto del sector y perseguir su alcance desde la unión colectiva del propio Sindicato. Mejorar la propia imagen de la seguridad privada, avanzar en políticas de igualdad y diversidad, avanzar hacia otro modelo de contratación y hacia otro modelo de empresas, avanzar hacia una mayor protección jurídica y en minimizar las agresiones durante el desempeño de las funciones profesionales, avanzar en la posibilidad de la jubilación anticipada, avanzar en la formación profesional como vía de acceso presente y futura a la profesión, avanzar en reforzar la postura sindical en Europa, avanzar en seguir construyendo un mundo laboral con mayores derechos para los servicios auxiliares, avanzar en derechos mediante la negociación colectiva, el dialogo social y también mediante la movilización, son y seguirán siendo para el próximo año objetivos que hemos reivindicado y debemos seguir juntos conquistando como elementos prioritarios que marcarán sin duda el presente y el futuro del sector.
Son elementos que fuera del populismo y del ruido, merecen nuestro esfuerzo ya que sin duda su consecución debe seguir marcando nuestro mayor objetivo, mejorar la vida de las personas trabajadoras de la seguridad privada y los servicios auxiliares en nuestro país. No es fácil, nunca lo ha sido, sin duda es más fácil fomentar el ruido y el populismo, pero el colectivo sabe que nunca el populismo y la manipulación fue capaz de aportar mejoras para el país, ni para el sector, solo basta con mirar atrás para aclarar cualquier duda. Por ello seguiremos apostando para 2025 en seguir construyendo un mayor y mejor Sindicato. Una UGT más si cabe, cerca de los problemas de las personas trabajadoras de la seguridad privada y de los servicios auxiliares.
Feliz 2025.
Diego Giráldez.