El escenario de movilizaciones en el transporte urbano de Galicia, que habían cesado tras alcanzar un acuerdo de subida salarial satisfactorio, ha vuelto a reactivarse esta vez en lo que respecta al transporte urbano en la capital gallega.

El Concello de Santiago ha hecho público los pliegos de cláusulas administrativas particulares de cara al proceso de contratación del servicio de transporte urbano de Santiago de Compostela. Tan esperado era este concurso público, como inesperado que apareciese en plena campaña electoral.

En la elaboración de los pliegos no se han tenido en cuenta diversas reivindicaciones de la parte social, siendo una de ellas promover la contratación de todas las personas trabajadoras en una única empresa. Esta medida, que debería haber sido negociadas con los agentes sociales a través de un acuerdo de naturaleza social, impulsarían la licitación final a una única razón social que asimismo impulsaría un transporte urbano de calidad en Santiago. Hablamos de calidad en lo que respecta al mantenimiento y mejora de las condiciones laborales del personal contratado y de cara a la unificación de la organización del servicio, pudiendo ser más fácilmente dirigido y vigilado. No vigilado porque la concesionaria no cumpliese su función, faltaría más, sino vigilado para afrontar con celeridad cualquier imprevisto o demanda significativa que pudiese surgir por interés común de la ciudadanía. Otro escenario diferente a una unidad empresarial, presumiblemente supone una descentralización y con ello menor adaptación de un servicio esencial en Compostela. Esta descentralización productiva puede darse con una unión temporal de empresas (UTE), como licitador final.

No se trata de prohibir las UTEs, sería ilegal, sino de incentivar otras modalidades de contratación legalmente previstas en la Ley. La figura de la UTE está pensada para que varias empresas puedan concursar de forma mancomunada para conseguir fines que, si concursasen de forma individual, jamás podrían alcanzar. Este planteamiento está bien pensado para otros tipos de contratos público, pero no para el transporte pues la UTE, sin personalidad jurídica, jamás podría acceder a la tarjeta de transporte necesaria para realizar el servicio. Esto conlleva una ambigüedad, pues si bien puede adjudicarse el concurso de transporte urbano a una UTE, esta no podría realizar el servicio por si misma teniendo que apoyarse en las empresas que la componen y que sí disponen de tarjeta de transporte. ¿Qué supone esto? Que las personas trabajadoras no podrán ser contratadas por la UTE y deberán serlo a través empresas que la componen, con la división numérica que ellas propongan, finalizando con la descentralización anteriormente comentada que merma la calidad del servicio y del control de las condiciones laborales de subrogación y mejoras laborales futuras.

Desincentivar una Unión Temporal de Empresas no significa que no se puedan unir para lograr fines comunes, pues la Ley contempla que la unión de empresas puede realizarse igualmente a través de un compromiso de actividad entre ellas que, en caso de adjudicación final, se transformaría en la creación de una única empresa, por ejemplo una sociedad limitada, que sí tendría personalidad jurídica propia, tarjeta de transporte, posibilidad de contratación directa de todo el personal y supondría una centralización del servicio.

El Concello no ha querido escuchar a la parte social, ha horneado los pliegos en su propia pastelería en la soledad de su obrador y ahora, una vez analizados, chocan de frente con la parte social. Este malestar ha desembocado en una huelga prevista inicialmente para los días 26, 27 y 28 de mayo y, posteriormente, coincidiendo con el concierto “Son do Camiño”, los días 15, 16 ,17 y 18 de junio.

El pasado lunes 22 ha tenido lugar una reunión entre los agentes sociales convocantes, entre ellos UGT, con el alcalde de Santiago, concejal de movilidad, gerencia de TUSSA y departamento técnico con la finalidad de atajar este conflicto. Tras más de 3 horas de reunión y análisis de las pretensiones del texto final de los pliegos, se ha concluido en una sintonía en la interpretación, que supone la suspensión de las tres primeras jornadas de huelga. La parte social, para corroborar esta sintonía realizará una pregunta pública en el perfil de contratante del Concello y la respuesta que realice la mesa de contratación será analizada de cara a desconvocar definitivamente la huelga o no.

Esta situación en todo momento ha sido creada por una mala gestión en el nacimiento del texto de los pliegos. A través de la negociación se podría haber contentado fácilmente a todas las partes a coste cero, pues nada económico se está pidiendo. La Xunta de Galicia, en los últimos años, en los pliegos de la Consellería de Mobilidade y de Educación, sí ha involucrado a los Sindicatos y ha conseguido alcanzar acuerdos que, por supuesto, son mejorables y a buen seguro serán mejorados, pero siempre a través del diálogo y la negociación colectiva que es principal camino para el acercamiento de posturas y encuentro.