La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores celebra la multa de 30.000 euros impuesta por la Inspecció de Treball de la Generalitat a la compañía Vueling por exigir a las trabajadoras unos requisitos estéticos, como llevar tacones o maquillarse, y que no demanda, en cambio, a sus trabajadores. Se trata, según entiende el sindicato, de una muestra más de la discriminación diaria que sufren las mujeres en el entorno laboral.
No es la primera vez que una aerolínea pide a sus empleadas o futuras empleadas un código de vestimenta más que cuestionable, o cumplir ciertos requisitos estéticos. El sindicato recalca que la imposición de códigos de vestimenta y maquillaje a las mujeres de la empresa es un caso más de la desigualdad y el machismo que siguen existiendo en la sociedad y en los centros de trabajo a pesar de que se hayan aprobado leyes para evitar este tipo de situaciones.
UGT subraya que cumplir la normativa en materia de igualdad acabaría con la discriminación y las brechas por lo que reclama aumentar la vigilancia y reforzar la Autoridad Laboral, endurecer las sanciones a las empresas que incumplan la ley e impulsar medidas potentes a través de la Negociación Colectiva.