La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores quiere empresas competitivas que generen riqueza y obtengan beneficios; pero defenderá siempre que eso se logre con empleos dignos, salarios justos y un reparto equitativo de esa riqueza que generamos entre todos.
Nuestra Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT ha publicado estos días un breve informe que, tras analizar los datos ofrecidos por el Observatorio de Márgenes Empresariales –dependiente del Ministerio de Hacienda– revela una realidad lamentable y que nos sigue cargando de razones en nuestro empeño por dignificar los salarios en el sector Servicios, el motor económico de nuestro país que oculta la cara de la vergüenza: la insolidaridad con sus trabajadores y trabajadoras.
El citado informe de FeSMC-UGT señala que el sector Servicios ha registrado un margen de beneficio del 12,8 % en el cuarto trimestre de 2024, una décima más que el año anterior. Mientras tanto, los salarios han perdido más de 6 puntos de poder adquisitivo desde 2021.
“Inflación persistente”
El sector Servicios es un macro sector, es decir, aglutina muchos sectores de actividad y hay que ser rigurosos a la hora de señalar las fallas y los desequilibrios que observamos y denunciamos públicamente. Es verdad que no pueden pagar justos por pecadores –en este caso cuando señalamos a determinados gestores empresariales y asociaciones patronales– pero también es verdad que no son pocas, precisamente, las actividades donde se está ensanchando la brecha entre lo que ganan determinadas empresas y lo que perciben salarialmente los profesionales de esos sectores y de esas compañías. Empresas que, en muchos casos, siguen inmersas en una dinámica especulativa que las lleva a incrementar precios de manera irracional e injustificada al calor de estos años de inflación y cuyos sectores de actividad ya han sido señalados por instituciones económicas internacionales como el Banco Central Europeo o la OCDE por una irritante “inflación persistente” que contrasta con la progresiva moderación de precios en el resto de sectores económicos. Esto tiene un nombre: avaricia.
¿De qué sectores y actividades hablamos?
En este sentido, podríamos citar sectores y actividades como el turismo (con un incremento anual de un 12,4 % en diciembre de 2024), sector de seguros/ asegurador (9,1 %), tabaco (7,6 %), efectos personales (5,3 %), servicios de alojamiento (4,4 %), bebidas no alcohólicas (4,3 %), servicios de transporte (4,2 %), restauración y comedores (4,1 %), entre otros.
A lo anterior, habría que añadir la evolución de los beneficios empresariales agregados, que superan en un 46 % el nivel prepandemia debido, en gran parte, a unos márgenes que alcanzan máximos históricos en un amplio número de sectores. Sirvan como ejemplo los datos del último año 2024, donde las actividades que han crecido de forma más significativa son las de alquiler (+8,1 %); consultoría, programación y aquellas relacionadas con informática y TIC (+6 %); actividades cinematográficas, de video y producción televisiva(+5,8 %); y de almacenaje, logística y anexas al transporte (+5,1 %).
El incremento del salario mínimo es positivo, pero no suficiente
Hay que señalar que el 63% de trabajadores del sector servicios se situaban por debajo del actual salario mínimo aprobado hace escasos días gracias al acuerdo entre el Gobierno y los sindicatos UGT y CCOO. Esto supone que 1,1 millones de personas empleadas en actividades vinculadas a los servicios se verán beneficiadas por el incremento del SMI pactado para 2025. Pero no es suficiente. No puede ser suficiente cuando estamos comprobando –gracias a ese instrumento fundamental llamado Observatorio de Márgenes Empresariales– que muchas compañías del sector privado están obteniendo márgenes de beneficios muy notables, año tras año, que no repercuten de manera justa, proporcional y razonable en el poder adquisitivo de los trabajadores y las trabajadoras.
Fuente. Informe FeSMC-UGT: https://www.fesmcugt.org/noticias/analisis/beneficios-crecen-margen-beneficio-aumenta