Cada año, cuando se acerca el Black Friday, asistimos al mismo ritual: grandes campañas, miles de ofertas, un movimiento masivo de mercancías y, por supuesto, una avalancha de contrataciones temporales.
Y, sin embargo, también cada año constatamos otra realidad que se repite: la precariedad laboral que sostiene esta fiesta del consumo.
Sí, el Black Friday genera empleo en Castilla-La Mancha. Nadie lo discute. Pero lo que sí debemos discutir y con urgencia es qué tipo de empleo estamos creando, bajo qué condiciones y a costa de quién. No podemos seguir aplaudiendo cifras que esconden contratos precarios, jornadas parciales encubiertas, horas extraordinarias no pagadas o ritmos de trabajo que ponen en riesgo la salud y seguridad de quienes están detrás de cada paquete, en cada almacén, en cada tienda.
Y, desde FeSMC-UGT Castilla La Mancha lo decimos alto y claro: NO vamos a permitir que el Black Friday siga siendo un Black Workday para miles de personas trabajadoras.
Como sindicato que representa a miles de personas del comercio, la hostelería, la logística, la seguridad y los servicios llevamos años alertando de la misma tendencia: gran parte del empleo creado en estas campañas procede de contratos temporales y del uso creciente de empresas de trabajo temporal. Esta dinámica alimenta un mercado laboral basado en la rotación constante, sin estabilidad ni expectativas reales para quienes sostienen el negocio.
No podemos seguir aplaudiendo cifras que esconden contratos precarios, jornadas parciales encubiertas, horas extraordinarias no pagadas o ritmos de trabajo que ponen en riesgo la salud y seguridad de quienes están detrás de cada paquete, en cada almacén, en cada tienda.
Porque si hay récord de ventas, si los comercios se llenan y si la logística echa humo, no es gracias a los carteles de oferta, sino gracias al esfuerzo, muchas veces sobrehumano, de quienes están al pie del cañón.
Mientras los escaparates nos prometen precios irresistibles, la realidad laboral es otra. En muchos centros de trabajo, el Black Friday significa: plantillas insuficientes para asumir picos de actividad, contratos temporales que duran lo mismo que una campaña publicitaria, turnos imprevisibles que denotan un absoluto desprecio por la conciliación y la vida personal, jornadas parciales “obligatorias” que en realidad son jornadas completas encubiertas, falta de formación para quienes llegan contratados y contratadas solo por unos días, cargas de trabajo extremas en almacenes y plataformas logísticas, ritmos de trabajo que ponen en riesgo la salud y seguridad, una dependencia creciente de ETT que debilita la relación laboral y la representación sindical, llamadas de la ETT a última hora para cubrir turnos imposibles.
¿Es esto lo que las empresas llaman “flexibilidad”? Pues desde UGT lo llamamos por su nombre: ABUSO LABORAL.
Y todo ello para sostener 72 horas de ventas frenéticas que, en realidad, ya se han convertido en semanas donde las empresas aumentan facturación, mientras muchos trabajadores y trabajadoras apenas ven reflejado ese esfuerzo en sus nóminas.
Lo que desde las empresas llaman flexibilidad, en UGT lo llamamos abuso laboral. El milagro del Black Friday es que a las empresas les sale barato, pero a la clase trabajadora muy caro.
En Castilla-La Mancha vemos cómo se disparan las contrataciones en Black Friday, sí. Pero también vemos lo que nadie quiere mencionar: que una parte enorme de esos contratos son temporales, de horas, sin garantías, sin estabilidad, sin futuro.
Ese es el “milagro” del Black Friday: que a las empresas les sale barato, y a la clase trabajadora le sale muy caro.
Y lo decimos sin rodeos: no vamos a permitir que los derechos laborales se tiren a la basura porque llega una campaña comercial.
El Black Friday se ha consolidado como un fenómeno económico. Lo entendemos. Pero lo que no puede consolidarse es la idea de que las personas trabajadoras deben adaptarse a un modelo volátil, donde su empleo vale solo mientras dura el descuento. El empleo digno no puede depender del calendario comercial.
Desde FeSMC-UGT Castilla La Mancha defendemos una idea sencilla: si el comercio y la logística crecen, también deben crecer los derechos de las personas trabajadoras.
La reforma laboral ha demostrado que, cuando se ponen límites a la temporalidad injustificada, mejora la estabilidad. Pero ahora debemos ir más allá: exigir que estas campañas también se gestionen con previsión, con plantillas dimensionadas y con contratos que respeten la legalidad, el convenio y la dignidad.
En FeSMC-UGT Castilla La Mancha lo tenemos claro: sin trabajadores y trabajadoras no hay Black Friday, ni ventas, ni beneficios, ni crecimiento económico.
A la Administración y a la Inspección de Trabajo les exigimos más control, más presencia y más rigor. Porque no puede ser que el sector servicios y la logística se conviertan en territorios sin ley cada vez que llega un pico de ventas.
En FeSMC-UGT Castilla La Mancha lo tenemos claro: sin trabajadores y trabajadoras no hay Black Friday, ni ventas, ni beneficios, ni crecimiento económico. Y también lo tenemos igual de claro: sin derechos, no hay dignidad. Y sin dignidad, no hay justicia laboral.
Como secretaria general de FeSMC-UGT Castilla La Mancha tengo clara nuestra responsabilidad: estar en los centros de trabajo, en los comercios, en los almacenes, en la logística, denunciando abusos y defendiendo derechos. Y, si hace falta, estaremos también en la calle. Y eso haremos, hoy y siempre.
Porque detrás de cada rebaja hay personas que levantan persianas, que revisan stock, que cargan camiones, que atienden tras un mostrador con una sonrisa, aunque lleven ocho horas sin descanso
A todas ellas, les digo: no estáis solas. Y a las empresas, también les digo algo con la misma claridad: el éxito del Black Friday no puede construirse sobre precariedad y la esclavitud de los trabajadores y trabajadoras.
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Si realmente queremos un comercio fuerte, un sector servicios competitivos y una logística moderna, empecemos por el principio: cuidemos a las personas trabajadoras. Son ellas quienes sostienen estos sectores durante todo el año, mucho más que un día de descuentos; los trabajadores y trabajadoras no necesitan descuentos. Necesitan respeto, estabilidad, salarios dignos, condiciones reales para vivir, no solo para trabajar.
Y mientras eso no sea una realidad, nos tendrán enfrente.





