La refinería de Repsol de A Coruña se desmarca del preacuerdo alcanzado con la representación laboral del personal de vigilancia en el complejo petroquímico y desata un recrudecimiento de las protestas por incumplir el texto firmado y por menospreciar un principio fundamental en la negociación colectiva como es el de la buena fe en la negociación.

En el día de hoy, el Secretario General de la FeSMC UGT Galicia, Eladio Romero, ha visitado a las personas trabajadoras que desde el pasado día 2 acampan en las puertas de las instalaciones de la empresa como un paso más en la lucha iniciada ya en el mes de enero debido a la decisión unilateral de Repsol en A Coruña que, tras una negociación y acuerdo, luego deciden hacer lo que les da la gana. Impresentable pérdida de tiempo y falta de respeto.

El máximo responsable de FeSMC UGT en Galicia ha tomado buena nota de las reivindicaciones de mejora de las condiciones laborales y salariales que están sobre la mesa, las cuales considera justas y equilibradas, pues el trabajo de vigilancia en esta planta contiene una retahíla de conocimientos extraordinarios para poder ejecutar sus servicios en un servicio singular y técnico como es el del complejo petroquímico. UGT sigue sin entender la postura negacionista de mejora por parte de empresa que a día de hoy no es capaz de justificar este cambio de guión. Prosegur acepta y asume las mejoras pero Repsol, en una postura más típica de un emperador romano que de una empresa seria, decide, sin mayor estudio ni explicación, que va a a ser que NO.

No es un centro de trabajo común, sino que está calificado como estructura crítica y todo elemento es necesario para un correcto funcionamiento y por ello, la posibilidad de una huelga, impedirá el normal funcionamiento de la misma e incluso una paralización. Prosegur y Repsol deberán asumir la responsabilidad derivada de estas medidas que, tal y como indica Juan Manuel Carreira, Secretario General de FeSMC UGT Coruña, probablemente se intensifiquen, sin descartan ir a la huelga.

Resulta también significativa la postura de Prosegur ya que no se ha puesto en contacto con las personas trabajadoras, aunque solo sea para asumir la responsabilidad del preacuerdo firmado que incluía implementar complementos por hora trabajada desde hace casi un mes pero que no termina de finiquitarse.

Prosegur ha dado el visto bueno al documento y ahora se niega a firmarlo y necesita que Repsol, el cliente, dé el visto bueno porque les repercute económicamente, y es la petrolera la que está frenando el acuerdo con la actitud laxa de Prosegur.

Un problema a tres bandas que necesita una solución seria respetando la singularidad del servicio de vigilancia realizado y compensando a las personas trabajadoras que lo realizan por esa especial cualificación y dedicación.