Representantes de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT asistieron en Bruselas al taller organizado por UNI Europa Comercio para abordar los retos laborales del modelo de franquicia y su impacto en las personas trabajadoras, así como capacitar a los sindicatos para afrontar los desafíos que plantea este modelo de negocio.

Mari Carmen Donate, secretaria federal, Lola Luna, secretaria sectorial de Comercio y Grandes Almacenes de FeSMC-UGT y José Vila, miembro de la dirección sectorial de Comercio y Grandes Almacenes han participado en el taller “Herramientas de apoyo para una franquicia justa y ambiciosa”, organizado por UNI Europa Comercio.

El encuentro tuvo como objetivo analizar el impacto del modelo de franquicia en las condiciones laborales, definir principios comunes y ofrecer herramientas a los sindicatos para afrontar los desafíos que plantea este sistema de negocio en expansión.

En los últimos años, el sector minorista ha sufrido un claro deterioro en el empleo, marcado por contratos precarios, inseguridad laboral y peores condiciones para la plantilla de las franquicias. Según el informe presentado por la consultora para el diálogo social Syntex, la franquicia traslada riesgos a los franquiciados, reduce la cobertura de la negociación colectiva y genera una brecha en salarios, beneficios y desarrollo profesional entre los franquiciadores y los franquiciados.

Entre las principales conclusiones del estudio, se destacó que:

  • La rentabilidad se concentra en los franquiciadores.
  • La falta de transparencia financiera en los informes dificulta evaluar el desempeño real.
  • El modelo se utiliza como una forma de reestructuración y externalización de costes.
  • Los trabajadores y trabajadoras de franquicias tienen salarios más bajos, menos beneficios y menos protección sindical.
  • La legislación en Europa no es homogénea y está fragmentada. Sin una regulación de la UE, las franquicias corren el riesgo de consolidar un sistema de trabajo dual.

Durante la jornada, se compartieron herramientas prácticas de negociación colectiva y diálogo social, además de recomendaciones políticas encaminadas a reforzar la regulación en la Unión Europea y a garantizar derechos laborales en las franquicias.

Los sindicatos deben poder realizar la negociación colectiva y estar capacitados para abordar los desafíos de esta tendencia, y eso pasa por el conocimiento del modelo de negocio.