Como personas trabajadoras, como sindicalistas, como ciudadanos, no podemos ser neutrales: tenemos en juego las libertades civiles, nuestro futuro y el de nuestros hijos e hijas. Apoyamos y pedimos el voto a partidos progresistas. El Gobierno de progreso de estos años ha tenido que bregar con la mayor pandemia de la historia, catástrofes naturales y, cuando parecía que se veía la luz, una guerra en nuestras puertas. La gestión de las crisis, con toda la derecha en contra, ha supuesto un esfuerzo titánico y de gran valentía:

  • ERTEs, que han permitido conservar los puestos de trabajo
  • Prohibir los despidos
  • La Reforma Laboral
  • Incremento del Salario Mínimo hasta 1080 € al mes frente a los 765€ del PP · Prohibición de los desahucios por impagos
  • Protección a toda la sociedad frente a un virus letal con el confinamiento · Apoyo a la Sanidad y Educación Pública
  • Regulación del teletrabajo
  • Incremento de la prestación por desempleo a los seis meses
  • Ley de muerte digna
  • Ley de Reforma de las Pensiones, incluyendo la garantía de revalorización por IPC
  • Ayudas a trabajadores y trabajadoras autónomos No podemos olvidar qué ocurrió en los VIERNES DE DOLOR de 2012, cuando gobernaba la derecha del PP durante la crisis financiera mundial, en los que con la Reforma Laboral, destrozaron la negociación colectiva llevando a la miseria a cientos de miles de familias, facilitaron los despidos de cientos de miles de personas trabajadoras, facilitando incluso el despido por enfermedad (el famoso artículo 52.d que este Gobierno ha derogado), rebajaron indemnizaciones por despido, eliminaron el control en los Despidos Colectivos, permitieron la prevalencia de los convenios de empresa con condiciones inferiores a los convenios sectoriales…

Además, son los mismos que priorizaron las ayudas a la banca frente a las familias desahuciadas, los que vaciaron la hucha de las pensiones y las revalorizaron al 0,25%, los que pusieron un impuesto al sol y los que sistemáticamente han venido negando el cambio climático, cuyas consecuencias ya estamos padeciendo. Los que han venido privatizando la Sanidad y la Educación en todos los territorios donde gobiernan.

Y los que han votado en contra de todas las leyes impulsadas por los Gobiernos progresistas para avanzar en la igualdad real entre mujeres y hombres, por la defensa de las víctimas de la violencia de género y por las libertades del colectivo LGTBI. Son los mismos que han votado en contra de cualquier medida que favoreciera a la clase trabajadora, defendiendo siempre a las minorías dominantes, y quienes tienen la desfachatez de afirmar que la Justicia Social no existe.

No nos posicionamos con ningún partido progresista en concreto, pero es importante que lo hagas tú: VOTA POR LO TUYO. Defiende la distribución de la riqueza de forma justa y equilibrada y la defensa de la clase trabajadora.