El pasado lunes 16 de septiembre, se celebró en Madrid una nueva reunión de la mesa de negociación del IV Convenio Colectivo de los Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes muebles y su Personal Auxiliar.
En ella, tras el parón vacacional, se reanudaron unas “negociaciones”, por decir algo, que antes del verano parecían irse perfilando definitivamente por parte del CSIF y de la APR. En las últimas reuniones, CSIF proponía recuperar el 40% de la masa salarial para todos los registros, mediante subidas progresivas del porcentaje a lo largo de un convenio colectivo cuya duración sería de ¡¡¡ocho años!!!, a la que la APR contestaba que eso les obligaba a tener que rechazar la inclusión de cualquier otro tipo de subida salarial en el convenio, planteando además la innegociable revisión del artículo relativo a la regularización salarial, algo que en la presente reunión CSIF también ha terminado por aceptar, haciendo, a nuestro juicio, nuevas concesiones a la APR.
Desde UGT consideramos que es lamentable proponer y aceptar un convenio para ocho años, a cambio de recuperar algo que NO debía haberse cedido nunca, porque hipoteca la negociación colectiva durante demasiado tiempo y muestra una nula capacidad para el debate y la reflexión con el único propósito de dejarlo todo “atado y bien atado”, evidentemente, no en beneficio de todo el personal de los registros.
Somos un sector mínimamente sindicalizado, con una representación mayoritaria de cuestionada representatividad, que está cerca de aceptar un convenio para ocho años. Toda una «eternidad» en términos laborales y económicos, y a cambio de poco más quelas reformas que el Gobierno nos quiera conceder, y con las subidas del SMI que se vayan decretando por parte del Ministerio de Trabajo.
En UGT mostramos nuestra absoluta disconformidad con la firma de un convenio complaciente con la APR, que hipoteca durante ocho años de nuestro futuro laboral. Insistimos en la necesidad de reconsiderar la inclusión de una subida de los salarios mínimos garantizados como medida de reestructuración de la masa salarial en beneficio de una mayor estabilidad retributiva. Obviamente, reclamamos recuperar el 40% de participación en todas las oficinas una vez superada la supuesta crisis que motivó su pérdida: pero que nadie se engañe, esto no es una subida salarial, sino que supone recuperar lo que ya se tenía, y que no se debería haber perdido.
Aunque en la reunión se ha avanzado en incorporar apartados como el teletrabajo, (reivindicación inicial de UGT a la que luego se ha subido el CSIF) y se ha avanzado también en la reivindicación de incluir un mayor peso de la especialidad propia en los exámenes de promoción, consideramos que no pueden compensarse con estos pequeños avances las excesivas concesiones que el sindicato mayoritario hace a la patronal.
Aceptar su propuesta de regularización salarial cuando se garantizan salarios mínimos debería ser inaceptable, más aún en aquellas oficinas donde el 40% de la masa salarial no esté garantizada. Y es que CSIF pretende mostrar unos supuestos avances en la negociación que esconden más concesiones que logros y, de eso, en su foro interno, ya parecen darse cuenta, porque, tragarse tantos sapos no les está sentando bien…
La próxima reunión se ha fijado para el próximo 7 de octubre, con un orden del día centrado en atender a las particularidades de los Registros Mercantiles y/o Bienes Muebles y en perfilar algunos aspectos de los temas debatidos.
Pero, como decíamos al principio, todo indica que la negociación tiene ya poco recorrido y, que, en otros foros alternativos a la mesa, ya se ha dibujado por los actores que pueden firmar el convenio en solitario, por dónde va a pasar este convenio…