Hasta los medios de comunicación más conservadores hablan de una huelga masiva que ha dejado a toda Galicia sin servicio de transporte de viajeros. Los servicios de transporte ferroviario se vieron saturados, dejando a pasajeros y pasajeras en tierra y acumulando retrasos. Muchas personas no han podido acudir a los aeropuertos gallegos y se han quedado en tierra. El servicio del taxi desbordado. Se veía venir.
La jornada de huelga comenzaba temprano, a las 6 de la mañana. Desde esa hora no ha salido ni un solo autobús, ni urbano, ni interurbano, ni grande ni pequeño. Los servicios máximos marcados por la Xunta de Galicia tampoco han salido. Se siente.
La fotografía era idéntica en Lugo, Ourense, Santiago, Vigo, Coruña, Ferrol, Pontevedra. Dársenas vacías y autobuses ahorrando combustible, pues estaban parados. Cientos de personas estuvieron vigilantes de que se cumpliese la huelga, todos comprometidos con la lucha por un servicio de transporte mejor y por unas condiciones laborales acordes a las grandes responsabilidades que asume cada conductora y conductor diariamente. Las concentraciones programadas a las 11 horas fueron un éxito de afluencia al igual que la de Pontevedra, por la tarde.
Solo Alsa, que había amenazado a su plantilla, quiso ser la salvadora de la huelga. Pero no ha podido.
Supongo que la Xunta ninguneaba esta huelga y le ha salido muy rana pues las empresas operadoras no han podido sacar los mínimos porque las personas trabajadoras estaban muy concienciadas con defender sus derechos y porque los piquetes informativos han funcionado satisfactoriamente y siguiendo en todo momento la legalidad vigente, como no podía ser de otra manera. No se ha registrado ningún incidente.
Hablamos en todo momento de la repercusión de la huelga en los mínimos pues el resto de servicios ya los daban por perdidos. Es un hecho que, aparte de la falta de personas trabajadoras conductoras, por las pésimas condiciones laborales en el sector, existe una masiva aceptación de las jornadas de movilizaciones. Incluso ha parecido corta.
Si pasada Semana Santa la situación de inmovilismo persiste, la huelga se transformará en algo serio y se convertirá posiblemente en indefinida.
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