Como aperitivo a la huelga del transporte en Galicia se realizan comunicaciones empresariales de apercibimiento de sanciones y actuaciones limitantes del derecho a la huelga.
La empresa con centro de trabajo en A Coruña, Compostelana SA, bajo el mandato del grupo ALSA, ha iniciado en el día de hoy una campaña encaminada a dificultar el derecho a la huelga de las personas trabajadoras de su plantilla.
Lo que parece ser una simple comunicación empresarial a su plantilla, se transforma en una declaración de intenciones pues se realiza un día antes de la jornada de huelga. Se amparan en los servicios mínimos decretados por la Xunta para informar de infracciones y sanciones muy graves, que como bien sabemos, pueden acarrear el despido disciplinario.
Una gran parte de la plantilla, actuando de buena fe, comunicó con antelación suficiente a la empresa su intención de secundar la huelga para que esta pudiese reorganizarse para cumplir los servicios mínimos. La respuesta de la empresa fue de total pasotismo, manteniendo la asignación de servicios y descansos, cuando tenían múltiples alternativas y en un acto de valentía (léase en tono irónico), informe a la plantilla de que pueden ser despedidos mediante la imposición de una falta muy grave.
Parece ser, por los motivos que sean, que a ALSA le preocupa que esta huelga no salga bien (y saldrá bien), por eso quiere dinamitar derechos constitucionalmente establecidos con actuaciones que limitan el derecho a la huelga.
Usando una posición de poder; ALSA, así NO.