Los sectores de nuestra federación han experimentado un significativo incremento de la ocupación, tanto respecto al trimestre anterior (3,4 %) como en términos anuales (2,9 %), alcanzando los 11,6 millones de personas ocupadas, el 52,3 % de la ocupación total.

El 78 % de los nuevos empleos creados en el último año corresponde a los sectores de Servicios, Movilidad y Consumo, consolidando su liderazgo en el crecimiento de la ocupación en nuestro país.

Los sectores que se han convertido en los auténticos impulsores del crecimiento del empleo en nuestra economía han sido Hostelería, Restauración Social y Turismo, responsable del 44 % del incremento registrado en el último trimestre en el conjunto de los sectores, seguido de Comercio y Grandes Almacenes (11 %), Oficinas y Seguros (9 %) y Carreteras, Urbanos y Logística (8,7 %).

Las tasas de temporalidad crecen respecto al trimestre anterior (del 11,6 % al 12,3 %) como resultado del incremento del empleo, pero se mantienen por debajo de las registradas hace un año (12,6 %) y de la tasa de temporalidad del conjunto de los sectores (15,4 %).

Las tasas de parcialidad se reducen ligeramente respecto al trimestre anterior del 21,5 % al 21,4 %, aunque se estabilizan respecto al año pasado. Pero se siguen manteniendo muy por encima de la tasa de parcialidad del conjunto de las actividades (14,7 %), como consecuencia de las altísimas tasas de parcialidad registradas en algunos de nuestros sectores, como es el caso de Limpieza (44,4 %), Comunicaciones y Cultura (28,4 %), Hostelería, Restauración Social y Turismo (26,6 %) o Comercio y Grandes Almacenes (19,2 %). Además, las mujeres siguen siendo las que ostentan una parcialidad descomunal respecto a los hombres (30,6 % vs 11,4 %), lo que las penaliza salarialmente y perpetua un mercado laboral y un modelo de sociedad desigual. Y la parcialidad involuntaria arroja un 47,2 % en el último trimestre, cifra realmente alarmante: casi la mitad de las personas trabajadoras a tiempo parcial lo son únicamente por no encontrar trabajo a jornada completa.

Paralelamente, las horas extraordinarias se disparan en un 14,5 % en el último trimestre, superando los 3,2 millones de horas a la semana para los sectores de nuestra federación, de las que el 41 % no se retribuyeron.

A pesar del buen comportamiento del empleo, es necesario seguir avanzando en la solución de los problemas estructurales que persisten en el mercado de trabajo, como la elevada parcialidad involuntaria, responsable de gran parte de las situaciones de pobreza laboral. En este sentido, es más necesaria que nunca la aprobación de la ley de reducción del tiempo de trabajo para limitar el máximo de jornada laboral semanal a 37,5 horas semanales, con una estricta aplicación del registro de jornada que ponga fin al exceso de horas extraordinarias sin retribuir.

También, tenemos que mejorar las políticas activas de empleo y fortalecer los servicios públicos de empleo para incrementar la empleabilidad de las personas desempleadas de larga duración; reformar la actual regulación del despido que viola la Carta Social Europea y deja indefensas a las personas trabajadoras frente al despido injusto e ilegal; y seguir subiendo los salarios para compensar el esfuerzo de quienes sostienen con su trabajo el crecimiento económico, garantizando a su vez un reparto más justo de los enormes beneficios que están logrando la mayor parte de las empresas.

INFORME: https://www.fesmcugt.org/libreria/estudios-y-analisis/valoracion-epa-2t-2025