El nuevo Marco Orientativo de EFFAT busca formalizar el sector del trabajo doméstico, garantizar derechos laborales y asegurar condiciones dignas para millones de trabajadoras y trabajadores en Europa. FeSMC-UGT estuvo presente en el acto, celebrado el 17 de noviembre, a través de la secretaria federal adjunta del área externa, Maricarmen Donate.

El pasado 17 de noviembre tuvo lugar en Ámsterdam la presentación del Marco Orientativo para el Reconocimiento y la Regulación del Trabajo Doméstico, una iniciativa impulsada por EFFAT destinada a dignificar y profesionalizar un sector esencial para la sociedad europea. Por parte de FeSMC-UGT, participó en línea la secretaria federal adjunta del área externa, Maricarmen Donate.

Las trabajadoras y trabajadores domésticos desempeñan funciones indispensables para el bienestar de millones de familias —limpieza, cuidados y apoyo en el hogar—, pero continúan siendo uno de los colectivos más vulnerables de la UE: salarios bajos, precariedad, falta de reconocimiento y, en muchos casos, trabajo no declarado.

Durante la inauguración del evento, el secretario general de EFFAT, Enrico Somaglia, subrayó la urgencia de avanzar hacia una regulación efectiva: «este Marco Orientativo sienta las bases de un verdadero plan para el reconocimiento de las trabajadoras y trabajadores domésticos… Estos son los cimientos para garantizar que reciban finalmente la protección y el respeto que merecen».

El documento toma como referencia modelos nacionales consolidados de países como Bélgica, Italia, Austria, Francia y Suecia, y establece elementos clave para una regulación justa y eficaz, entre los que destacan:

  • Trabajo decente y derechos laborales plenos, con salarios justos, condiciones seguras, seguridad social y negociación colectiva.
  • Inversión pública y medidas de accesibilidad, incluidas deducciones fiscales y subvenciones, para asegurar servicios domésticos y de cuidados asequibles y de calidad.
  • Profesionalización del sector, a través de descripciones de puesto claras, itinerarios formativos y cumplimiento de la normativa laboral.
  • Negociación colectiva sectorial, esencial para garantizar la igualdad de derechos y un trato justo.
  • Estrategias de formalización que permitan el reconocimiento y la valoración real de la fuerza laboral.

Grace Papa, secretaria política de Trabajo Doméstico de EFFAT, recordó los beneficios económicos y sociales que generan las políticas públicas de apoyo: «las subvenciones y los incentivos fiscales no solo hacen que los servicios sean asequibles, sino que también generan beneficios económicos… y reducen a largo plazo la dependencia de la asistencia social».

La guía presenta ejemplos exitosos, entre ellos:

  • El sistema belga Titres-Services, que combina apoyo público, negociación colectiva, seguridad social y asequibilidad.
  • El Convenio Colectivo Nacional de Trabajo de Italia, que incluye indexación automática de salarios y formación certificada.
  • Sistemas sólidos en Austria, Francia y Suecia, que demuestran que el reconocimiento y el trabajo decente pueden lograrse a través de múltiples vías.

La presidenta del sector de Trabajo Doméstico de EFFAT, Malu Villanueva, hizo un llamamiento firme a las instituciones europeas:
«durante demasiado tiempo, millones de trabajadores, en su mayoría mujeres migrantes y, a menudo, indocumentadas, han realizado tareas esenciales sin reconocimiento ni derechos… Es hora de cambiar esta situación».

EFFAT insta a la UE, a los gobiernos nacionales y a los interlocutores sociales a reconocer el trabajo doméstico como un sector estratégico, a implementar políticas inspiradas en este Marco Orientativo y a invertir en cuidados accesibles, asequibles y de calidad, unidos a condiciones laborales dignas.

Las trabajadoras del hogar sostienen los cuidados de niños, mayores, personas dependientes y hogares enteros. Facilitan la conciliación y hacen posible que otras personas puedan trabajar.

Es hora de que Europa abra sus puertas a las personas trabajadoras del hogar. Es hora de cuidar de quienes nos cuidan.