Tras las últimas reuniones de la mesa negociadora del convenio sectorial de grandes almacenes -integrada por la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) y los sindicatos UGT, CCOO, Fetico y Valorian- el deterioro de la negociación a causa de la insultante propuesta salarial de la patronal ANGED ha llevado a nuestra organización, la Unión General de Trabajadores y Trabajadoras, a definir un calendario de movilizaciones de ámbito nacional en varias de las empresas que son referencia en el sector.

Cuando una asociación empresarial entiende que en el actual contexto de inflación de precios (fijado en un 8,4% de media durante el último año) los trabajadores y las trabajadoras deben asumir que una subida de sueldo del 7% durante los próximos cuatro años (vigencia del convenio) es lo razonable, es que esta patronal está totalmente fuera de la realidad económica y social de nuestro país.

Si los representantes de ANGED no tienen la capacidad de plantearse que cuando cuatro organizaciones sindicales, algunas muy distintas en su manera de entender la defensa de los derechos de los trabajadores, coinciden en plantear un incremento salarial del 18% como mínimo, una de dos: o actúan de mala fe, o andan muy perdidos.

Y aunque la cuestión salarial es lo prioritario y principal para UGT en el actual contexto económico, no es lo único que debe ser revisado en el convenio de grandes almacenes. En este sentido, nuestro Sindicato lleva tiempo reivindicando mejoras sociales cuyo objetivo no es otro que mejorar las condiciones de trabajo de estos profesionales y fomentar la conciliación de la vida personal y laboral. Los representantes empresariales tampoco consideran esta necesidad.

Pues bien, a partir de ahora ANGED  tiene un problema: una buena parte de sus empresas asociadas van a tener a los trabajadores y trabajadoras del sector a las puertas de muchos de sus grandes almacenes, movilizándose para que la opinión pública sepa -también los clientes que acuden a esos centros a realizar sus compras- que a pesar de la buena marcha del sector, que obtiene beneficios récord campaña tras campaña, estas empresas desprecian a los trabajadores y las trabajadoras de sus centros comerciales.