Los problemas del transporte por carretera trascienden las reivindicaciones de un paro patronal

Ante el paro de actividad anunciado por el Comité Nacional del Transporte por Carretera -que agrupa a las principales asociaciones empresariales y de autónomos del sector-  para los próximos días 20 a 22 de diciembre, UGT quiere aclarar algunas cuestiones:

  • Estamos ante lo que se conoce como «paro patronal», y no una huelga (un derecho que sólo se reconoce a los trabajadores y trabajadoras).
  • UGT respeta las razones y reivindicaciones que motivan este paro; incluso, comparte algunas de ellas, como la necesidad de mejorar la calidad y seguridad de las áreas de servicio en nuestras carreteras, o la prohibición de las tareas de carga y descarga por parte de los conductores) . Sin embargo, echa en falta otras reivindicaciones que este Sindicato lleva tiempo reclamando y que no han despertado el menor interés en las asociaciones empresariales.
  • Que existan 52 convenios de transporte de mercancías por carretera en España, con diferencias salariales que, en algunos casos, llegan al 30%, es también un problema para este sector de actividad: concretamente para sus asalariados.
  • Que los conductores asalariados realicen su labor en condiciones de precariedad y asumiendo, no pocas veces, situaciones de sobrecarga de trabajo que genera fatiga y pone en riesgo sus vidas y las de terceras personas, también es un problema para este sector.
  • Que existan empresas y empresarios que tiran precios en sus tarifas de transporte a costa de reducir salarios y someter a sus conductores profesionales a todo tipo de presiones, también es un problema para este sector y daña a aquellas empresas, que son muchas, que respetan la norma y quieren ser competitivas en igualdad de condiciones.
  • El sector del transporte y la logística son estratégicos para este país y para el bienestar de sus ciudadanos y ciudadanas -y así ha quedado demostrado en estos tiempos de pandemia. Por ello, el Gobierno debe sentarse con todos los agentes del sector -fundamentalmente empresas y sindicatos- para hacer del mismo un pilar fundamental de la economía de nuestro país bajo premisas que, para UGT, son innegociables: condiciones salariales y de trabajo alejadas de la precariedad; formación y lucha contra la competencia desleal y el dumping social, verdadera lacra que empobrece al sector y a sus trabajadores y que viene etiquetándose, últimamente y de forma tramposa, como un problema de «falta de conductores profesionales». No hay un problema de escasez de conductores sino de salarios muy escasos que están generando desinterés hacia la profesión.