Ataque a los salarios y la calidad de los servicios en el Centro de Atención y Coordinación de Emergencias 112 de Melilla

Desde la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de la UGT-Melilla anunciamos que, ahora que la ley nos lo permite, presentaremos recurso contra la propuesta de adjudicación a la licitación 67/2020/CMA de la Ciudad Autónoma de Melilla.

No podemos entender, dado el servicio tan esencial que prestan estos trabajadores y que ha podido comprobarse durante estos tiempos tan complicados y convulsos de pandemia, que la Administración tome resoluciones que atentan, más allá de las deficiencias técnicas en la oferta aceptada, contra los derechos de los trabajadores y la calidad de los servicios.

Esta adjudicación está en una baja anormal del 15% que, una vez estudiada por esta Federación, se cuantifica, sobre todo, en una rebaja de más de 72.000€ que está señalada en:

  • La justificación de sólo 11 trabajadores cuando el pliego exige 13.
  • La inaplicación de los pluses de Convenio que la plantilla está percibiendo.
  • La no cuantificación de pluses, como la bonificación a la S.S., que la actual empresa adjudicataria paga en las nóminas.
  • El posible ahorro de bajas por Incapacidad Temporal sin sustitución del trabajador.

Con todo lo expuesto, y más allá de los otros “ahorros” en medios técnicos, medios telemáticos, en uniformidades, en seguridad y salud laboral, posibles bajas, y demás gastos como los de publicidad, específicamente exigido en los pliegos de condiciones, esta Federación no llega a comprender como la Administración puede aceptar una oferta que está en contra de los propios pliegos.

Esta Federación está curtida en comprobar como empresas se hacen con concursos de la Administración en bajas anormales obteniendo liquidez para las empresas matrices y ahí es donde empieza el calvario de los trabajadores. Al principio es la eliminación de todos los pluses, complementos y horas extras. Seguidamente, el incumplimiento y errores en la aplicación del Convenio en vigor en las nóminas mensuales. A esto seguirá el retraso en los pagos, y finalmente el abandono del servicio adjudicado dejando deudas y miseria a los trabajadores tras su paso. Mientras tanto, los funcionarios y políticos que avalan estas contrataciones seguirán percibiendo sus emolumentos con sus respectivas subidas de sueldo y viendo la vida pasar sin que sufran las consecuencias de sus nefastas decisiones.