Opinión

Roberto Tornamira

Roberto Tornamira

Sº Federal Sector Financiero, Seguros y Oficinas FeSMC-UGT

Frente al oligopolio financiero, Banca Pública

UGT manifiesta su total desacuerdo con las declaraciones de Ignacio Goirigolzarri, Consejero Delegado de Bankia, pidiendo al próximo Gobierno de la nación que privatice la entiedad que él dirige.

El presidente de Bankia pide al próximo Gobierno que salga de las urnas tras el próximo 28 de marzo, que privatice la entidad (hoy el Estado es propietario del 61,4% de las acciones). Debe ser porque se le queda corto haber ganado 800.000 euros en el año 2018. No es una ironía decir que debe ser que le ha debido parecer poco; es que sus percepciones están topadas por ley, al ser Bankia una entidad rescatada con dinero público. Menos mal que las retribuciones están topadas.

También sin ironía, es lógico que este señor piense que es «poco», pues hay que saber que, en 2018, la señora Botín obtuvo una retribución de 11 millones de euros al frente del Banco Santander, el señor Francisco González percibió 5,1 millones de euros en el BBVA, el señor Gonzalo Cortázar, como Consejero Delegado de Caixabank, se embolsó 2,96 millones de euros. Solo por mencionar las retribuciones de los altos directivos de las tres primeras entidades financieras de este país.

Las motivaciones de los altos directivos de las entidades financieras, cuyos salarios nada tienen que ver con los que pagan a los trabajadores y trabajadoras de las entidades que dirigen, son muy distintas a las necesidades y prioridades de la sociedad.

En el caso de Bankia, tenemos que manifestar el desacuerdo de UGT con la petición de privatización del señor Goirigolzarri.

España necesita un polo de Banca Pública, que muy bien podría conformarse desde el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y la infraestructura que tiene Bankia.

Lo necesitamos, desde que las entidades bancarias han decidido abandonar la banca tradicional y transformarse en banca para inversores. Es por ello que han cerrado más de un 40% de las oficinas que había en 2008 y que han destruido más de un 30% de los puestos de trabajo que había a la misma fecha (95.211 a cierre de 2017).

¿Destrucción de empleo por la digitalización?

Es falso por tanto que la destrucción de empleo en el sector financiero sea una consecuencia de la digitalización. La destrucción brutal de empleo en este sector es una derivada de la decisión de los organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) o la propia Comisión Europea y del Banco de España, junto al Gobierno de Mariano Rajoy, que han facilitado, con dinero público, la mayor concentración del sector de nuestra historia; hoy, las cinco primeras entidades acumulan el 72% del volumen de negocio, lo que supone 937 puntos del índice «Herfindahl», índice sobre el cual, para el BCE, no hay excesiva concentración bancaria hasta los 1.800 puntos. Es decir, que esto va a ir a más.

Dicho lo anterior, muy hipócritamente, el Banco de España publicaba en junio del pasado año, en su revista «Estabilidad Financiera», que estaba preocupado por la concentración bancaria en España.

Sea como fuere, la realidad es que en España hoy, ya podemos hablar sin miedo a exagerar que se ha formado un oligopolio financiero, que en la defensa de “sus” intereses, han dejado al 50% de los municipios sin servicio bancario. Igualmente podemos afirmar que se ha devaluado la calidad del servicio que se venía prestando al cliente no inversor; echándole literalmente de las oficinas para que opere desde los cajeros automáticos o desde aplicaciones móviles vía internet.

El Estado tiene la obligación de garantizar que todos los ciudadanos y ciudadanas pueden disponer de un servicio bancario, no abusivo y al alcance de todos, al margen de nuestro lugar de residencia o ubicación geográfica.